Lunes de Lenguas

LunesDeLenguas

En el regreso triunfal de este #LunesDeLenguas, quiero descargar todo el peso del trabajo a alguien más. Ese alguien más es la escritora argentina Marina Berri, quien el año pasado publicó el libro “Alfabeto ruso”.

La idea del libro es que Berri, quien vivió un tiempo en Rusia y es lingüista, escribió un breve ensayo por cada letra del alfabeto cirílico, inspirado por una palabra rusa que comenzara por esa letra (de hecho, dos: una con mayúscula y otra con minúscula)

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El libro me gustó mucho porque entre sus fragmentos va revelando esas pequeñas diferencias idiomáticas y culturales que van definiendo lo que consideramos el alma de una nación.

Pero no vengo a hablarles de eso, sino de algo más sencillo: algunas de las palabras y expresiones rusas que Berri menciona, yo no conocía y, además, me parecieron interesantes.

La mayoría de entradas del libro no van sobre peculiaridades lingüísticas, así que les recomiendo leer todo el libro para conocer las demás.

El alfabeto cirílico es con el que se escriben el ruso, varias otras lenguas eslavas más y, por ley, varias lenguas regionales de Rusia que no son eslavas, como mencionamos en otro LDL: https://col.social/@derpoltergeist/112833814704525033

El cirílico fue inventado en algún punto entre los siglos IX y X a.C. por monjes ortodoxos en la actual Bulgaria, quienes adaptaron letras griegas para sus necesidades eslavas y religiosas y lo bautizaron en honor de un tal San Cirilo. Pero esa es una historia para otro día.

Lo que nos importa ahora es que el cirílico es, como el latino, un alfabeto en el que una letra corresponde (más o menos) a un sonido y en el que, también, los nombres propios comienzan con mayúscula.

Y la primera entrada que les compartiré, es la de la а: алогизм (aloguízm), es decir, “alogismo”. Este es un tipo de lógica que no tiene lógica y que le encanta a Gogol. En “Almas muertas”, por ejemplo, un personaje dice: “Usted tiene todo. Incluso todavía más”.

“¿Pero cómo se puede tener todavía más que todo?”, se pregunta Berri. No se puede y ahí está la belleza del alogismo.

En la entrada братские могилы (brátskie moguíli) aprendí justamente esta expresión (que literalmente significa “tumbas fraternales”, pero que quiere decir “fosa común”) y comprobé una intuición de la que ya he hablado por acá: que en ruso todo es susceptible de volverse un adjetivo.

Berri escribe: “en ruso hay muchos adjetivos. No dicen 'de frutilla', sino 'afrutillado'. No dicen 'de hierro', sino 'férreo'. Incluso pueden decir 'de Iván', como en 'La infancia de Iván', con un adjetivo”.

Berri no lo escribe, pero esto último (que es una película de Tarkovski) es Иваново детство (Ivánovo détstvo), que, en efecto, es algo como “la infancia ivanesca”, lo cual me parece muy divertido.

Luego sigue Berri: “además, algunos adjetivos tienen truco: заразный (zarázni) y заразительный (zarazítelni) significan 'contagioso', pero dos tipos de contagio distintos, el de la enfermedad y el de la risa”.

En Бродский (por el escritor Joseph Brodsky) hay una palabra que ya conocía y me encanta: полтора (poltorá): “uno y medio”. Berri dice que esta palabra ha cambiado su español: “suelo decir unoymedio, me resulta cómodo: unoymedio mes, unoymedio kilómetro, unaymedia hora”.

También cuenta que Brodsky escribió un ensayo (en inglés) titulado “In a Room and a Half”, que en ruso sería, justamente, Полтора комнаты, sobre el lugar en el que vivía en San Petersburgo/Leningrado antes de exiliarse.

Y aquí dos palabras nuevas para mí: “Después de la revolución empezaron a dividir los cuartos [del edificio de San Petersburgo]; primero construyeron paredes de madera contrachapada, después de ladrillo. Se asoma el verbo подселить (podselít), algo así como instalar a alguien (вселить, vselít) por debajo (под, pod) de la mesa. El sovietismo que se trasluce es уплотнение (uplotnénie): hacer que las viviendas se vuelvan densas, es decir, instalar en una casa a muchas personas”.

En вюга (viúga) enumera palabras que describen diferentes tipos de tormentas: метель (metiél), буран (burán), пурга (purgá)

“La diferencia entre ellas en principio estriba (...) en que en una metél la nieve se mueve a lo largo del suelo, en cambio durante una viúga la nieve gira y se arremolina. Cuando hay burán la nieve se levanta hacia arriba y se desploma, además suele soplar un viento huracanado. Una purgá no gira como viúga ni barre como una metél, sino que llena el aire de polvo nevado”.

Luego Berri habla de dos palabras, también neuvas para mí, ambas derivadas de двор (dvor), una plabra que se suele traducir como “patio”, pero que se refiere a los espacios con pasto, públicos, entre edificio y edificio.

Una de estas palabras es es дворняжка (dvorniázhka): un perro callejero que habita estos patios.

La otra es дворник (dvórnik): un barrendero que limpia esos patios.

Y una más para terminar por hoy: Berri se encuentra con la palabra захолустье (zajolústie). Una amiga rusa le dice que significa “lugar alejado de la cultura”. Pero realmente es el nombre de un pueblo (cuyo nombre significa “detrás del matorral”), que está en el oblast de Pskov, cerca a la frontera con Estonia y cuya población, oficialmente, es 0.

https://ru.wikipedia.org/wiki/%D0%97%D0%B0%D1%85%D0%BE%D0%BB%D1%83%D1%81%D1%82%D1%8C%D0%B5

Este es, digamos, el proverbial rincón en medio de la nada.

Un lugar al que nadie iría... excepto estos dos blogueros: https://ejway.ru/world/russia/malyy-akhun/zakholuste/

Por aquí dejamos, pero hay otras cosas interesantes con las que seguiremos en otra ocasión. До свидания.