Lunes de Lenguas

LunesDeLenguas

En honor a los Olímpicos que ya casi comienzan y en, ehm, conmemoración del equipo ruso que sigue teniendo prohibido participar, hoy dedicaremos el #LunesDeLenguas a las varias lenguas de Rusia que no son el ruso.

Despierten a babushka, sirvan el vodka, hagan una ensalada con salchichas, que este tema es tan largo como la mismísima madre Rusia.

Pero, como diría Dzerzhinski, vamos por partes.

El ruso es la única lengua nacional oficial de Rusia, donde es hablada (según cifras de 2010) por unos 137 millones de personas, es decir el 95% de la población. Se estima que de esos 137 millones, 116 millones (el 81%) hablan ruso como lengua nativa. Es decir que hay casi 30 millones de personas que no hablan ruso como lengua nativa, o no hablan ruso para nada. Entonces, ¿qué hablan?

https://en.wikipedia.org/wiki/Russian_language

La respuesta corta es que hay más de 100 lenguas regionales (algunos cuentan hasta 150) habladas por toda Rusia. La respuesta larga y dispendiosa, a continuación, tiene que comenzar con una explicación geopolítica.

El territorio de la Federación Rusa (el país más grande del mundo) está dividido en 83 sujetos federales que pueden ser ciudades federales, okrugs, krais, oblasts autónomos o repúblicas. Cada uno de estos tiene sus particularidades, pero vamos a enfocarnos en las repúblicas.

¿Por qué? Porque la Constitución rusa dice que sus repúblicas (que son 24 si uno incluye las de Donetsk, Luhansk y Crimea, en territorio ucraniano ocupado) tienen derecho a establecer una lengua regional oficial. Y, para no tener que hablar de 150 lenguas, me voy a centrar en estas lenguas regionales oficiales.

Cada una de estas repúblicas tiene una lengua regional oficial, que podríamos agrupar en estas cinco categorías: lenguas caucásicas, túrquicas, mongólicas, urálicas e indoeuropeas.

Mapa de repúblicas de Rusia

Antes de embarcarnos a descubrir estos grupos, unas notas más sobre el estatus de las lenguas que no son Ruso en Rusia.

En 2002 la Duma (el Congreso ruso) aprobó una ley por la que todas las lenguas regionales tienen obligatoriamente que escribirse en alfabeto cirílico, el mismo con el que se escribe el ruso. La ley fue aprobada justo cuando la lengua regional más hablada del país, el tártaro, estaba haciendo el cambio hacia el alfabeto latino.

https://wiki.mercator-research.eu/general_information:russian_legislation

En 2018 la Duma aprobó otra ley por la que la educación en lenguas regionales, incluso en las repúblicas, se volvía opcional en vez de obligatoria y se reducía la cantidad de horas en colegios enseñando esas lenguas regionales.

Ambas leyes fueron vistas como un esfuerzo de rusificación, es decir de homogeneizar la cultura de todo el país. Algo que no sólo ha hecho Rusia desde épocas imperiales, sino que en otros #LunesDeLenguas ya hemos contado que han hecho otros países.

https://www.foreignaffairs.com/articles/russia-fsu/2018-08-01/putins-plan-russify-caucasus

Otra nota es que, en la mayoría de los casos, en las repúblicas sólo una minoría habla las lenguas regionales locales. La política soviética de reubicación laboral hizo que muchas personas de otros lugares, que no sabían las lenguas locales, se asentaran en estos lugares. Sus descendientes no aprendieron la lengua local y el número de hablantes disminuyó. En muchos casos, debido a las políticas mencionadas, las lenguas locales siguen perdiendo hablantes. Pero mientras quedan, contémoslos.

De nuevo, según datos de 2010, unos 14 millones de personas hablan las 26 lenguas oficiales en las 24 repúblicas (ya vamos para allá) que reconoce Rusia.

El grupo con más hablantes es el de las lenguas túrquicas, dentro de las cuales está el tártaro, oficial en la República de Tatarstán (y que cuenta con más de cuatro millones de hablantes). Contando las otras nueve lenguas túrquicas regionales que ya mencionaré, hay alrededor de 7,5 millones de hablantes en Rusia.

La familia de las lenguas túrquicas (cuya lengua más hablada es, lo adivinaron, el turco) es un continuo dialectal. Es decir que todas las lenguas que hacen parte son más o menos inteligibles entre sí. Esta familia se originó en lo que hoy es Mongolia y sus hablantes nómadas fueron dejando grupos étnicos por toda Rusia y Asia Central (todas las lenguas de las ex repúblicas soviéticas de Asia Central son túrquicas, excepto el tayiko, que es una variante del persa).

Hay tres “clústers” de repúblicas que hablan una lengua túrquica. El más poblado está alrededor de Tatarstán e incluye también a Bashkortostán, donde se habla bashkir (la tercera lengua regional más hablada del país, con un poco más de un millón de hablantes); y a Chuvashia, donde hablan chuvasio (la lengua túrquica menos inteligible)

Un segundo clúster está al sur de Rusia, hacia la frontera con Mongolia y Kazajistán. E incluye a Tuva, donde se habla tuvano; Altai (altái) y Khakassia (jakasio).

Hace unos años estuve en Kazán, capital de Tatarstán (y la quinta ciudad más poblada de Rusia) y allí vi muchos anuncios en tártaro que, a pesar de la ley, estaban escritos en alfabeto latín, o árabe, además de varios en cirílico. Tаmbién visité el maravilloso barrio tártaro (Старая Татарская слобода en ruso, Иске бистә en tártaro) donde era común escuchar a la gente hablar tártaro, hay un museo de la cultura tártara y tienen una arquitectura particular de la zona

https://www.google.com/maps/place/Staro-Tatarskaya+Sloboda/@55.7750214,49.1165996,1173m/data=!3m1!1e3!4m6!3m5!1s0x415ead2ae447be7d:0xd51bd3b737cd633b!8m2!3d55.777737!4d49.1186263!16s%2Fg%2F120mnn3k?entry=ttu

El tercer clúster está en el Cáucaso, ese pedazo de tierra entre los mares Negro y Caspio e incluye a la lengua karachái-bálkara (oficial en Kabardino-Balkaria y en Karachay-Cherkessia); y al nogai (oficial en Karachay-Cherkessia y en Daguestán).

Las repúblicas con lenguas túrquicas las completan dos lugares fascinantes: primero, Sakha, el sujeto federal más grande de Rusia y la subdivisión administrativa más grande del mundo, donde se habla yakuto.

La República de Sakha, en el nororiente de Rusia, está en medio de lo que consideraríamos Siberia (qué quiere decir “Siberia” daría para otro hilo). Y los yakutos, a la vez son túrquicos y considerados uno de los pueblos indígenas de Rusia.

El otro lugar es (el territorio ucraniano ocupado de) Crimea, donde se habla una lengua al borde de la extinción llamado tártaro de Crimea (relacionado pero diferente al tártaro de Tatarstán).

Durante la época soviética los tártaros de Crimea fueron uno de los grupos étnicos que más sufrieron las políticas de reubicación (o, digamos, desplazamiento) del gobierno. Por eso el tártaro de Crimea ha estado en peligro hace décadas. La cosa no ha mejorado con la ocupación rusa, aunque tanto el gobierno ruso como el ucraniano reconozcan al tártaro de Crimea como una lengua oficial de la región.

El segundo grupo de estos con más hablantes en Rusia es el de las lenguas caucásicas. Pero esto es un poco de trampa porque realmente se trata de dos familias que la mayoría de lingüistas diría que no tienen relación entre sí: las lenguas caucásicas del noroeste y las del noreste. Entre ambas familias hay seis lenguas reconocidas en Rusia, de las cuales la más hablada es el checheno (de la familia del noreste y la segunda lengua regional más hablada en Rusia, con 1,4 millones de hablantes).

El checheno es oficial en las repúblicas de Chechenia y Daguestán y quizás lo conozcan porque su existencia hacía parte de los argumentos para que Chechenia quisiera independizarse de Rusia, lo que llevó a una guerra que el doctor Putin acabó de una manera poco elegante que no viene al caso.

Tanto el checheno como las demás lenguas caucásicas que mencionaré tienen una particularidad: un montón de consonantes. Entre 40 y 60, dependiendo de qué dialecto estemos hablando. Así que suerte aprendiendo.

Las otras lenguas caucásicas son, en orden descendientes de hablantes: el cabardino (NO), oficial en Kabardino-Balkaria y en Karachay-Cherkessia; el avar (NE) oficial en Daguestán; el ingusetio (NE), oficial en Ingushetia; el adigués (NO), oficial en Adygea; y el abaza (NO), que tiene menos de 40.000 hablantes y es oficial en Karachay-Cherkessia. Todos estos lugares, por supuesto, en el Cáucaso ruso. Entre todas estas lenguas hay más o menos 3 millones de hablantes en Rusia.

El siguiente grupo es el de las lenguas urálicas, que cuentan con un poco más de un millón de hablantes en Rusia.

Las lenguas urálicas, se teoriza, nacieron en alguna parte de los Urales y luego se esparcieron hacia oriente y occidente. Las lenguas más conocidas de esta familia son el húngaro, el finés y el estonio, por lo que a veces son llamadas “ugrofinesas”. Sin embargo, la relación entre el finés y el húngaro es tan poco evidente que alguien tuvo que “descubrirla” en el siglo XVII.

En cualquier caso, hay siete lenguas urálicas oficiales en repúblicas rusas. Cinco de ellas se hablan alrededor de Tatarstán, nuestro viejo amigo: la más hablada es el mari, que tiene varios registros (el mari de las colinas y el mari de las praderas –se llaman así, lo juro– son oficiales en El Mari). El erzya y el moksha son oficiales en Mordovia. Y el udmurto es oficial en Udmurtia. Los otros dos son el karelio de Karelia y el Komi de... Komi.

Karelia queda en la frontera con Finlandia, así que no sorprende que se parezca mucho al finés (dato curioso: las lenguas sami, del norte de la península escandinava también son lenguas urálicas).

El komi tenía su propio sistema de escritura (el alfabeto antiguo pérmico), que se veía así: 𐍮‎𐍐𐍕 𐍟𐍔𐍠𐍨𐍜 𐍒𐍙𐍕𐍞𐍜 (si sus dispositivos no lo pueden ver bien, pueden ir a este link: https://en.wikipedia.org/wiki/Old_Permic_script).

Por otra parte, también estuve en Saransk, capital de Mordovia, hace unos años (lectores avezados entenderán por qué) y me sorpendió ver por todas partes avisos en tres lenguas: ruso, erzya y moksha.

Y, otra anécdota, una de mis profesoras de ruso, Anastasia, es de Izhevsk, la capital de Udmurtia. Su lengua nativa es el udmurto. Aquí está ella hablándolo en su proyecto de discutir psicología en esa lengua:

https://www.instagram.com/p/CHaAWpSD8C3/?hl=en

Bueno, seguimos. Nos quedan dos grupos y una sorpresa. Quédense hasta el final (?). Hablemos primero del grupo de lenguas mongólicas, que es el menos hablado de los cinco, con alrededor de 350.000 hablantes en el país.

Casi todas las lenguas mongólicas se hablan en o alrededor de Mongolia (con el mongol siendo el más hablado, claro), a excepción de dos: el mogholi que se habla en Afganistán, y otro al que ya llegaremos.

Como dije, las lenguas túrquicas se originaron en lo que ahora es Mongolia. Las lenguas mongólicas... también. Pero aunque algunos lingüistas hayan querido agrupar ambas e una familia llamada “altaica”, el consenso general es que son dos familias separadas. De todas maneras, hubo un contacto entre ambas y hay palabras prestadas de lado y lado. Ahora, como las túrquicas, las lenguas mongólicas salieron a recorrer Asia, ambas por la misma razón: Gengis Khan.

El Imperio Mongol, que duró entre el siglo XII y el XIII, fue liderado por mongoles, como Gengis Khan, que hablaban protomongol, el ancestro del mongol contemporáneo. Pero fue una unión de varias tribus que incluían a varios hablantes de lenguas túrquicas. Ambos hablantes tuvieron una diferencia esencial (y esto es una sobresimplifación, disculpen, no sé tanto de historia): los túrquicos se quedaban en las ciudades que conquistaban. Los mongoles seguían con sus vidas nómadas.

Por eso las lenguas túrquicas están ahora regadas por Rusia, Asia Central e incluso Europa. Mientras que en Rusia sólo hay dos lenguas mongólicas: el buriato y el calmuco.

Ambos, técnicamente, se pueden escribir con el alfabeto mongol que es, eh, complicado (como explica muy bien este video sobre otra cosa: https://www.youtube.com/watch?v=HEoi6CpaUWw)

Pero ambos tienen sus particularidades. El buriato es oficial en Buriatia, república que tiene frontera con Mongolia.

Esa cercanía hace que el buriato a veces sea considerado un “dialecto” del mongol, a pesar de que tiene también sus propios dialectos. Es más, en 1936 sucedió la última de varias conferencias para decidir cuál de todos los dialectos del buriato usar como lengua escrita (ganó el de Khorinsky). El buriato es hablado, sobre todo, a orillas del lago Baikal, el más profundo del mundo, que es un lugar al que no fui pero al que sueño ir y en el que quiero bucear... algún día.

https://www.youtube.com/watch?v=mcLygBj1M-o

El calmuco es hablado en Kalmykia, que es una república en el Cáucaso ruso, muy lejos de Mongolia. Porque aquí sí se quedaron los mongoles. El calmuco es considerado una variedad del oirata, otra lengua mongólica que es hablada en varias partes de Mongolia y China. Pero está considerado en peligro de extinción, con menos de 100.000 hablantes. Si a los tártaros de Crimea les fue mal con las deportaciones forzadas soviéticas, a los calmucos les fue mucho peor.

El gobierno soviético consideró que los calmucos colaboraron con los nazis, y los castigó por ello y los exilió por 13 años. https://en.wikipedia.org/wiki/Kalmykian_Cavalry_Corps

Ni la población ni la lengua se recuperaron de ese evento y esta lengua probablemente desaparecerá en unas décadas.

Mientras tanto, les queda esto: fue la lengua (bueno, el oirata en general) en la que el diseñador de sonido Ben Burtt se basó para crear la lengua de los ewoks en Star Wars.

https://www.youtube.com/watch?v=Gmt1t-BOGCA&t=1124s

Nos queda un grupo, el indoeuropeo, en el que sólo hay dos lenguas. La primera es el osetio, que se habla en el Cáucaso, en la república de Osetia del Norte-Alania (así como en Osetia del Sur, una región separatista de Georgia que ha estado ocupada por Rusia desde 2018). El osetio es una lengua irania (relacionada con el farsi, entre otros) y la única sobreviviente de las lenguas escitas. Además, es la única lengua que usa el alfabeto cirílico y la letra ӕ.

La otra lengua de este grupo, a que no lo vieron venir, es el ucraniano, que es oficial en la república de Crimea (reconocida por casi todo el mundo como parte de Ucrania [las repúblicas de Luhansk y Donetsk, en una situación similar, tienen al ruso como única lengua oficial por, ejem, razones]). El ucraniano es una lengua eslava, relacionada de cerca al ruso (aunque sólo comparten el 60% de vocabulario) y más de un millón de personas lo saben hablar en Crimea (aunque usualmente hablan en ruso).

Y, como les prometí, una sorpresa. Como les dije, hay más de 100 lenguas habladas en Rusia. Aquí hay una lista: https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_languages_of_Russia

Entre ellos está uno que no debería sorprender, el yidis, hablado por unas 30.000 personas. Pero quizás esto los sorprenda: el yidis es la lengua oficial del Oblast Autónomo Hebreo. Este es el único “oblast autónomo” de Rusia y el único sujeto federal del país que no es una república que tiene derecho a establecer una lengua oficial además del ruso.

Ahora, ¿qué es el Oblast Autónomo Hebreo (OAH)? Es una idea del gobierno de Stalin en 1928 para designar un sujeto federal al cual, quizás, de pronto, pensemos mejor esto, llevar a todos los judíos del país, muchos de los cuales habían perdido sus empleos como empresarios y comerciantes en un país en el que la propiedad privada estaba prohibida. Si la idea no pelechaba (no pelechó), por lo menos era una alternativa al sionismo que crecía en popularidad en la época.

Mapa de Rusia con el Oblast Autónomo Hebreo resaltado en rojo

En 1934 el gobierno soviético estableció en una de sus esquinas bien al sureste, en la frontera con China, casi llegando al océano Pacífico, en lo que antes era la región de Birobidzhan, al OAH. Sin embargo, la población judía aquí nunca fue mayor al 25% y actualmente es menor al 1% (lo que equivale a menos del 1% de todos los judíos de Rusia). Sin embargo, la elección del yidis como una de las lenguas oficiales se mantiene. Ahora, ¿qué es el yidis?

El yidis es una lengua germánica, con una gran influencia hebrea, que salió de Europa Central en el siglo IX, creada como lengua franca por judíos ashkenazi de varios orígenes nacionales (que ya no hablaban ni arameo ni hebreo) que querían comunicarse entre sí. Como lengua franca que nunca ha tenido un estado-nación que lo apoye, el yidis nunca ha tenido una variante estándar. Aunque cuenta con probablemente un millón de hablantes en el mundo, aún persisten muchas variedades.

El hebreo moderno que ahora es una de las lenguas oficiales de Israel (junto al árabe), fue creado a finales del siglo XIX a partir del hebreo bíblico (que sólo se usaba para la liturgia), con varias modificaciones. En 1922 las autoridades británicas lo volvieron una de las lenguas oficiales del Mandato de Palestina. Quizás por eso (disculpen, esto no lo pude confirmar), las autoridades soviéticas, para ir en contra del sionismo, adoptaron el yidis para el OAH, creado unos años después.

Y ya no tengo nada más para decir, ya esto fue suficientemente largo. Chao.

El secreto del éxito al publicar en internet es ser consistente. Por eso el #LunesDeLenguas vuelve hoy, un mes después de nuestra última transmisión. Y hoy hablaremos de cómo una lengua, con suficiente tiempo, cambia tanto que se vuelve otra lengua.

Por ejemplo, ustedes saben que el español deriva del latín. Pero uno no se convirtió en otro de repente. Hubo un proceso de milenios, con muchas fases intermedias, para pasar de uno al otro.

Cuando los romanos conquistaron la península Ibérica, entre los siglos III y I a.C., el latín se volvió la lengua de las comunicaciones escritas allí. Pero muchos de los locales no aprendieron a escribir latín, sólo lo hablaban como se lo escuchaban hablar a otros ibéricos. Es decir, un latín coloquial, alejado de Roma, el centro lingüístico del latín, hablado como se hablaba allí y no como era “correcto”.

Esto, el latín hispánico, es el comienzo del español y de otras lenguas romances de la península (portugués, catalán, gallego, aragonés, etc.).

Pero además, antes del siglo III a.C. en la península había vascos, celtas, íberos y otros pueblos indígenas, y partes de la península habían sido conquistadas por fenicios, cartaginenses y griegos. Todas sus lenguas influenciaron de alguna manera el idioma que se hablaba en ese lugar. Por ejemplo, la palabra “izquierda” viene del vasco. Separar los conceptos de “ser” y “estar” viene del celta. “Arroyo” y “gordo” vienen del ibérico.

Estas varias maneras de hablar en la península Ibérica fueron cambiando hasta que una de sus variedades, hablada en Castilla, se consolidó como una lengua diferente, una que llamamos “castellano medieval”. Ahora, ¿cómo sabemos cuándo ocurrió este cambio? No lo sabemos. Los cambios eran y siguen siendo graduales. No hubo un día en el que oficialmente comenzó una lengua. Pero los lingüistas analizan la evolución de los textos para identificar cambios significativos.

El análisis del castellano medieval, que incluye textos entre los siglos X y XIV muestra cambios definitivos frente al latín hispánico: entre otros, la pérdida general de casos gramaticales y de la diferenciación de vocales largas/cortas, y el uso de siete consonantes sibilantes, que incluían sonidos como la “g”, la “z” y la “zz” del italiano, la “ch” del alemán y la “sh”. Pero también varios cambios morfológicos que harían que un hablante de latín tardío no entendiera del todo esta nueva lengua.

Le pasaría algo similar que a nosotros, hablantes contemporáneos de español, al leer algo escrito en castellano medieval. Por ejemplo, el texto original* del Cantar del Mío Cid, escrito alrededor de 1200, comienza así:

“De los sos oios tan fuerte mientre lorando Tornaua la cabeça e estaua los catando: Vio puertas abiertas e vços sin cannados, Alcandaras uazias sin pielles e sin mantos, E sin falcones e sin adtores mudados. Sospiro Myo Çid ca mucho auie grandes cuydados.”

(*Si tuvieron que leer este texto en el colegio, probablemente leyeron una versión actualizada a algo más contemporáneo y comprensible. Y si no fue así... lo siento).

Con esfuerzo se puede entender, pero no es para nada inmediatamente inteligible.

Muchos más cambios le han sucedido al español (y algunos fueron fijados, a propósito, por la corte de Alfonso X en el siglo XIII, cuando se creó la primera proto RAE para fijar la ortografía de la lengua). Pero dos fueron fundamentales:

Uno, el reajuste de las sibilantes del que hablé más arriba, que se juntó a un reajuste de fricativas (para los ñoños: aquí lo explican bien https://es.wikipedia.org/wiki/Reajuste_de_las_sibilantes_del_idioma_espa%C3%B1ol).

Y, dos, la conquista de América que trajo consigo miles de vocablos indígenas. Un proceso similar a cómo la expansión musulmán del siglo VIII le llevó al español miles de vocablos árabes.

Esto resultó en lo que llamamos “español áurico” o “medio”: el español del Siglo de Oro.

Este español, que los lingüistas datan entre los siglos XV y XVIII es, por ejemplo, en el que fue escrito El Quijote. En su ortografía original (publicado en 1605, cuando la grafía correcta era “Quixote”) se siente alejado aún de nuestro español, pero es mucho más comprensible:

“En vn lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que viuia vn hidalgo de los de lança en astillero, adarga antigua, rozin flaco y galgo corredor. Vna olla de algo mas vaca que carnero, salpicon las mas noches, duelos y quebrantos los sabados, lantejas los viernes, algun palomino de añadidura los domingos, consumian las tres partes de su hazienda”.

Los cambios que han ocurrido desde el Siglo XVIII (muchos de estos impulsados por la RAE, que fue creada en 1711) nos han llevado a nuestro español contemporáneo (o más bien, españoles contemporáneos).

Todas las lenguas han pasado por procesos similares. Pero detengámonos brevemente en el inglés. Esta lengua deriva del proto-germánico. Es decir que está emparentado con el alemán y el neerlandés, entre otros. Pero tiene una diferencia muy grande con esas lenguas: la conquista normanda.

Tras 1066, el inglés sufrió una influencia muy fuerte del francés, que le dio muchas de las características que lo hacen reconocible ahora. Antes de eso, el Old English (o Englisć) era completamente otra cosa. Por ejemplo, así comienza “Beowulf”, un poema del siglo X:

“Hwæt! Wē Gār‐Denain geār‐dagum þēod‐cyningaþrym gefrūnon, hū þā æðelingasellen fremedon. Oft Scyld Scēfingsceaðena þrēatum, monegum mǣgðummeodo‐setla oftēah.”

Todo esto me lleva a lo que realmente quería mencionar: el lituano. El lituano es una de las únicas dos lenguas de la familia báltica (el otro es el letón), pero más me interesa porque se dice por ahí, en círculos no oficiales, que el lituano “es la lengua protoindoeuropea más antigua”.

Ahora, esto es cuando menos impreciso. Pero desmenucémoslo.

El protoindoeuropeo (PIE) es una lengua que probablemente se habló en el Cáucaso y lo que ahora es el sur de Ucrania entre el 4500 y el 2500 a.C. de la que derivan la mayoría de lenguas de Europa, así como de Irán e India.

Digo “probablemente” porque el PIE es una lengua hipotética y reconstruida.

Hipotética porque no hay evidencia escrita de su existencia.

Reconstruida porque fue hipotetizada a través de comparar las raíces y la morfología de sus lenguas derivadas.

Ahora, ¿qué quiere decir que una lengua sea “la más vieja”? Podría ser que es la que lleva más tiempo sin pasar por uno de los grandes cambios que he mencionado en este hilo.

Pero este no es el caso del lituano contemporáneo, que a principios del siglo XX pasó por una gran reforma que juntó varios dialectos para crear una variedad estándar y que, además, no es inteligible con el lituano de hace dos siglos.

Podría ser que es el que tiene evidencia escrita más antigua. Pero tampoco.

El primer texto lituano es del siglo XVI. Mucho más tarde que la mayoría de lenguas derivadas del PIE.

Lo que sí sucede con el lituano es que es muy conservador fonética y morfológicamente y conserva muchas características que se teoriza existían en el PIE pero se perdieron en la mayoría de sus lenguas derivadas.

Cuáles son estas características se pone muy técnico, pero para citar algunas: comparte vocabulario con el sánscrito y el griego antiguo, dos lenguas PIE ya muertas.

Tiene 4 modos verbales y 12 casos gramaticales (la mayoría de lenguas derivadas del PIE o los han perdido todos, o conservan pocos). Conserva algunas formas de número dual (además de un singular y un plural), algo poco común actualmente en lenguas PIE (aunque en las lenguas eslavas también se conserva en ciertos casos). Tiene un sistema de acentuación complejo, similar al del PIE.

Pero, ¿estas cosas quieren decir que el lituano es el “más conservador”? ¿Cómo se mide eso? No lo sé. Lo que sí sé es que el lituano evolucionó bastante aislado. Tanto que es ininteligible con su pariente más cercano (y único), el letón. Algunas formas eslavas, que también se hablan muy cerca, aparecen en lituano. Y mucho vocabulario ruso entró a la lengua tras cinco décadas de ocupación soviética.

Así que, como todas las demás lenguas, el lituano está en constante cambio. Y es una lengua joven, en el sentido de que todos los días evoluciona.

Los dejo con este video que explica la rama báltica del protoindoeuropeo: https://www.youtube.com/watch?v=IICx11fEL2U